Los Mossos d’Esquadra detuvieron a un bombero voluntario presunto responsable del incendio del pasado verano, que arrasó 573 hectáreas entre Portbou y Colera (Girona), y ordenaron el arresto de un centenar de personas. El Ministerio del Interior anunció que ya proceden con la suspensión preventiva de funciones de la persona.
Según la Generalitat, se trata de un bombero voluntario destinado en la zona de Girona. En octubre de 2019 fue destinado como voluntario en Portbou, y posteriormente, a petición suya, fue destinado al parque de La Junquera. El Ministerio del Interior subraya que cooperará en todo lo que le solicite el tribunal, para que la investigación “siga su curso”.
Las investigaciones, bajo la dirección de la Instrucción 6 de Figueres (Girona), están abiertas por el delito de incendio forestal. Tras enfrentarse a la justicia, el bombero quedó en libertad con la obligación de comparecer ante los tribunales dos veces al mes, anunció el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC).
Era el 4 de agosto de 2023 cuando se produjo el incendio en una zona cercana a las Marismas de Portbou. Las llamas obligaron a acordonar carreteras y a movilizar a los bomberos a ambos lados de la frontera. Unas horas más tarde, los agentes del pueblo ya decían claramente que su origen se debía a la “actividad humana” y no a un fenómeno natural.
Las llamas provocaron numerosos focos secundarios en varios puntos, según describió en su momento el jefe de bomberos Santi Leonard. Aunque no causó víctimas, sí causó daños en huertas vecinas. Además, obligó al cierre de una urbanización y de un camping adyacente.
