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Perspectivas de ERC sobre las debilidades de Sánchez

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Oriol Junqueras, dirigente de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), ha fortalecido su liderazgo en el partido justamente cuando esta formación independentista refuerza su táctica para conseguir más concesiones del ejecutivo de Pedro Sánchez. ERC, fundamental para asegurar la estabilidad parlamentaria del Gobierno socialista, estima que la «fragilidad» política del presidente Sánchez, quien depende de los votos de los partidos independentistas, presenta una oportunidad singular para impulsar su agenda soberanista y social.

El partido republicano ha definido como «moderadamente positivas» las recientes concesiones del PSOE, aludiendo a acciones como la reducción parcial de la deuda de Cataluña, la revisión del sistema de financiación autonómica en beneficio de la Generalitat y la amnistía para los dirigentes del procés. No obstante, ERC sostiene que estas medidas son solamente un inicio y que el Ejecutivo debe involucrarse más a fondo con las exigencias del independentismo catalán.

El auge de Junqueras y su conducción estratégica

Oriol Junqueras, que se ha destacado como una figura esencial en la política catalana tras su participación central en el referéndum del 1-O de 2017 y su posterior encarcelamiento, ha consolidado su influencia en ERC durante las negociaciones con el Gobierno central. Su liderazgo es considerado un elemento crucial para preservar la cohesión dentro del partido, particularmente en una etapa donde el independentismo catalán enfrenta desacuerdos internos sobre la estrategia a adoptar.

Oriol Junqueras, quien se ha convertido en una figura clave en la política catalana tras su papel central en el referéndum del 1-O de 2017 y su posterior encarcelamiento, ha reforzado su control en ERC en medio de las negociaciones con el Gobierno central. Su liderazgo es visto como un factor determinante para mantener la unidad dentro del partido, especialmente en un momento en que el independentismo catalán enfrenta divisiones internas sobre la estrategia a seguir.

Junqueras ha optado por una estrategia que combina pragmatismo y presión. Por un lado, ERC ha adoptado un discurso que enfatiza la necesidad de diálogo y negociación con el Gobierno español, presentándose como un actor político responsable y dispuesto a buscar soluciones consensuadas. Por otro lado, el partido no ha renunciado a sus objetivos independentistas y continúa exigiendo avances concretos hacia un referéndum de autodeterminación.

Las cesiones del PSOE y la presión ejercida por ERC

Las concesiones del PSOE y la presión de ERC

Otra de las reivindicaciones históricas de ERC que ha empezado a concretarse es la reforma del sistema de financiación autonómica, destinada a proporcionar a Cataluña mayor autonomía fiscal. Asimismo, el Gobierno ha promovido la amnistía para los líderes independentistas procesados por su papel en el referéndum de 2017, una medida que ha suscitado críticas por parte de la oposición, pero que ERC valora como un avance en la dirección adecuada.

No obstante, el partido republicano no se siente del todo satisfecho. Para ERC, estas concesiones representan apenas el comienzo de un proceso más extenso de reconocimiento político y económico hacia Cataluña. En este contexto, Junqueras ha manifestado claramente que el respaldo de su partido al Gobierno no es incondicional y que seguirá ejerciendo presión para obtener mayores progresos.

Discrepancias internas en el bloque independentista

Pese a los avances alcanzados, ERC enfrenta retos internos originados por las tensiones con otros partidos independentistas, como Junts per Catalunya (Junts). Mientras que ERC ha seguido una estrategia de diálogo con el Gobierno central, Junts ha tomado una postura más combativa, criticando lo que percibe como una «rendición» por parte de ERC.

Estas discrepancias reflejan una división más amplia en el movimiento independentista catalán, que desde el fracaso de la declaración unilateral de independencia en 2017 no ha conseguido establecer una estrategia común. ERC, bajo la dirección de Junqueras, ha tratado de consolidarse como el partido dominante del soberanismo catalán, optando por una ruta pragmática que mezcle diálogo con presión política.

La repercusión en la estabilidad del Gobierno de Sánchez

El impacto en la estabilidad del Gobierno de Sánchez

La estrategia de ERC también tiene implicaciones importantes para el Gobierno de Pedro Sánchez, que depende de los votos de los republicanos y otros partidos minoritarios para mantenerse en el poder. La «debilidad» parlamentaria del PSOE, como la califica ERC, ha permitido al partido catalán ejercer una influencia significativa en la agenda política nacional.

El rumbo hacia 2024 y más allá

Con las elecciones generales de 2024 en el horizonte, tanto ERC como el PSOE encaran retos significativos. Para ERC, el desafío será evidenciar a sus seguidores y al electorado independentista que su estrategia de negociación con el Ejecutivo central puede producir resultados concretos. Para el PSOE, la clave será equilibrar las exigencias de ERC con la necesidad de conservar el respaldo de otros sectores políticos y de una porción del electorado que rechaza las concesiones al independentismo.

En este escenario, Oriol Junqueras se destaca como una figura central en la política española, con la capacidad de influir tanto en el porvenir de Cataluña como en la estabilidad del Gobierno de Pedro Sánchez. Su estrategia, que combina presión con pragmatismo, refleja un enfoque calculado para maximizar el poder de ERC en un periodo de considerable volatilidad política.

En este contexto, Oriol Junqueras se perfila como una figura clave en la política española, capaz de influir tanto en el futuro de Cataluña como en la estabilidad del Gobierno de Pedro Sánchez. Su estrategia, basada en una combinación de presión y pragmatismo, refleja un enfoque calculado para maximizar el poder de ERC en un momento de gran volatilidad política.

Mientras tanto, la relación entre ERC y el PSOE seguirá siendo un elemento central en el panorama político de España, con implicaciones que van más allá de las fronteras de Cataluña. Lo que está en juego no es solo el futuro del independentismo catalán, sino también la capacidad del país para gestionar sus tensiones territoriales y construir un modelo de convivencia política sostenible.

Por Otilia Adame Luevano

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